LOMLOE: Loca Orgía Monumental Legislativa Oclusiva Educativa

Si pensabas que me libraría de estudiar leyes educativas, estás muy equivocado. Por muy vomitivo que pueda resultar esta ingente paja mental burocrática, debemos reconocer que se pueden apreciar ciertas mejoras en la LOMLOE como mencionar la diversidad del alumnado. Ya no hablamos de un ente sin forma que sólo se dedica a producir dióxido de carbono en las aulas, si no que son seres procedentes de realidades complejas que tienen derecho a escolarizarse, al menos hasta los 16 años, porque si después decides hacer un máster, como el de secundaria, hipoteca un riñón para poder permitírtelo. Pero eso será discusión para otro texto. 

Retomemos la historia de "pelopolla", víctima del sistema bilingüe y de la educación privada, ya que nos sirve para comprender mejor el Capítulo III Sobre Escolarización en Centros Públicos y Privados Concertados. En teoría, todos los centros educativos españoles no pueden segregar por motivos económicos, así que si quieres ir al Huerto de Pamplona, por mucho que cobren 300 € mensuales no deberían discriminarte por ser pobre. Y si eres mujer y quieres ir al Redín, escuela exclusiva de varones opusianos, deberían dejarte asistir. Ya sabemos que esto está lejos de la realidad, aunque podemos entrever una buena intención por parte de Papá Estado. 

"Pelopolla" fue víctima de violencia de género. Tuvo la mala idea de emparejase con un miembro del cártel de Medellín y preñarse. Ella tuvo que buscarse dos trabajos para mantener a su "bendición" y al príncipe del narco. Por si fuera poco, no se cortaba ni un pelo en esnifar coca delante del niño, ni realizar sus transacciones económicas en el hogar familiar. Fueron años de malos tratos continuados, golpes, anulación de su autoestima, y todo aquello que podemos imaginar. Pero "Pelopolla" tuvo la valentía de decir ¡¡NO MÁS!! y meterse en juicios por la custodia exclusiva de su descendencia. 

Ella tiene miedo. Tiene derecho a escolarizar a su hijo en otro lugar, que se protejan sus datos personales y que el padre no vaya al nuevo colegio a secuestrar a la criatura. Como madre víctima de violencia de género tiene prioridad de acceso en caso que haya lista de espera o un exceso de demanda. Incluso si ella fuese estudiante, no debería encontrar trabas burocráticas, pero su vida es lo suficientemente compleja para plantearse la Ley Orgánica de Educación.